En Nuevo México, la directiva del emplazamiento está demostrando que el éxito no consiste sólo en lo que se extrae de una mina, sino también en lo que se retribuye.
En un foro legislativo anual celebrado en diciembre, los Prospectores del Condado de Grant dedicaron tiempo a reconocer las contribuciones transformadoras que las operaciones de Freeport han hecho a su comunidad. Los Prospectores son una coalición de líderes comunitarios y profesionales de los negocios dedicados a informar a los responsables políticos sobre las necesidades del Condado de Grant, que alberga tanto las minas de Chino como las de Tyrone.
En los últimos años, la directiva del emplazamiento logró completar un acuerdo que transfería los derechos de 450 acres-pies de agua de Chino al pueblo de Santa Clara y a la ciudad de Hurley, dos comunidades del Distrito Minero. Además, las minas comprometieron 1 millón de dólares a la Ciudad de Bayard para mejoras en su planta de tratamiento de aguas residuales.
Las Operaciones de Nuevo México también ayudaron a formar la Colaborativa del Cobre, que asocia a miembros de la comunidad y empleados del emplazamiento en eventos de voluntariado, como los esfuerzos de embellecimiento. Y lo que es más importante, la Colaborativa trabaja con varias organizaciones locales, estatales y federales para establecer un plan estratégico de cinco años para el Distrito Minero.
"En la mina siempre miramos hacia delante, hacia el futuro", señaló Randy Ellison, Director General de Operaciones en Nuevo México. "Pero también lo hacen las personas que nos apoyan. Nuestro éxito depende de lo bien que comprendamos los problemas de nuestras comunidades y reconozcamos aquellas áreas en las que podemos marcar la diferencia para ellas".
Angie Harmon, Gerente Regional de Desempeño Social- Norteamérica, está de acuerdo.
Harmon señala que muchas comunidades se han desarrollado junto a las propiedades de Freeport y que hay innumerables temas - desde medioambientales hasta económicos - que vinculan los riesgos operativos y las prioridades de la comunidad. Para salir al paso de estos asuntos se necesitan socios en la mina y en las comunidades de su entorno.
"Si gestionamos estos riesgos teniendo en cuenta las consideraciones de la comunidad, tanto la explotación como la comunidad saldrán ganando y contribuiremos a nuestro objetivo de desarrollar la capacidad de recuperación de la comunidad a largo plazo", afirmó Harmon. "El liderazgo de Randy a la hora de pensar estratégicamente en el mejor resultado tanto para la mina como para la comunidad ejemplifica un liderazgo inteligente".
Para Harmon, ese liderazgo - y el reconocimiento que recibió - sirve de modelo de cómo la gestión minera puede impulsar el desempeño social y fomentar mejores relaciones. Con el tiempo, las relaciones entre los directivos de la mina y los de la comunidad son fundamentales para establecer las garantías necesarias para que esas zonas prosperen independientemente de la actividad minera, afirmó Harmon.
En Nuevo México, donde se han completado o están en marcha varios proyectos destinados a prolongar la vida de la mina, Ellison sólo ve una colaboración permanente.
"Cuando trabajas para una mina, tienes que tener en cuenta lo que ocurre dentro y fuera de esas puertas", dijo Ellison. "Vivimos aquí, trabajamos aquí y formamos parte de estas comunidades. Ser buenos vecinos forma parte de hacer negocios".