Cuando se trata de seguridad, las operaciones de Nuevo México están volviendo a lo básico, es decir, a la capacitación básica.
En junio, los departamentos de Salud y Seguridad de las operaciones de Nuevo México lanzaron su piloto de Capacitación básica para supervisores, una nueva iniciativa que apunta a brindar a los líderes un curso intensivo sobre exámenes en el lugar de trabajo, respuesta a eventos y más.
“Estamos adoptando un enfoque abarcativo”, dijo Arliss Jones, supervisor sénior de Salud y Seguridad de las operaciones de Nuevo México. “Queremos cubrir tantas áreas como sea posible para que entiendas todo, desde tus responsabilidades hasta tus obligaciones”.
Matthew Harris, supervisor de mantenimiento de Tyrone, participó en una capacitación reciente. Harris, un empleado que lleva casi 15 años en la empresa, asumió la supervisión hace unos cuatro años y ahora supervisa los talleres de máquinas en Chino y Tyrone.
Harris conoció algunas de sus responsabilidades a través de "Bienvenido a la supervisión", una clase ofrecida en el Instituto de Capacitación Minera de Freeport. En cuestión de horas en lugar de días, el entrenamiento básico de Nuevo México es más corto y se centra más en la seguridad que en las tareas administrativas.
Experiencia de aprendizaje mejorada
Antes de la clase, Harris estaba interesado en otras diferencias, como el número reducido de alumnos (que creía que fomentaba una mayor participación en las conversaciones), así como su estructura de dos partes, incluido un seguimiento en el campo.
“Esperamos que los empleados aprueben un examen práctico antes de operar el equipo”, dijo Harris. “¿Por qué nuestro enfoque hacia el liderazgo debería ser diferente?”
En la sección de campo con Jones, Harris identificó un descuido en una inspección del lugar de trabajo. Sin embargo, no lo vio como un defecto, sino como una oportunidad para advertir a su equipo sobre el riesgo de insensibilizarse a los peligros a los que están expuestos rutinariamente y para reforzar una lección clave de la clase: conoce a tu gente, conoce tu área y conoce los peligros.
Jones considera que ese comentario es una validación, ya que la clase fue diseñada en función de lo que él y su equipo hubieran deseado como nuevos supervisores.
Jones señaló que esto no fue el esfuerzo de una sola mina ni fue exclusivo de ella. El programa es una evolución de algunas de las mejores prácticas de Safford, donde Jones ayudó a desarrollar un curso similar. Varios sitios están trabajando en esfuerzos similares en respuesta a las iniciativas de seguridad de toda la empresa.
Con la primera prueba práctica de este nuevo esfuerzo corporativo ahora en marcha en Nuevo México, los sitios allí se han puesto el objetivo de captar al 70 por ciento de los supervisores para el final del tercer trimestre. Jones dice que le gustaría ver a todos los supervisores completar la capacitación y ofrecerla a los superintendentes y gerentes.
La amplia adopción no es su única medida de éxito. La evaluación de Jones también se basa en el impacto, como por ejemplo la mejora ya notable en la respuesta a incidentes.
Para Harris, el éxito consiste en desarrollar miembros de un sistema de apoyo que reconozcan sus responsabilidades y recursos. Como supervisor, explicó, sabe que su equipo le tomará la delantera a la hora de detener el trabajo, hacer preguntas y pedir ayuda.
“Nos mentimos a nosotros mismos, pero la verdad es que nadie va a pensar mal de ti por hacer lo correcto”, dijo Harris. “Es importante saber que no estás solo. Creo que esta clase lo demostró”.