Los científicos medioambientales de la planta de Freeport-McMoRan en Sierrita han encontrado una dulce solución a un problema de picaduras al reubicar una colmena de un cactus saguaro caído en un popular sendero ubicado en los terrenos de la empresa.
Los cactus en los senderos del Desierto Occidental, a unas 5 millas (8 kilómetros) al este de la fosa de Sierrita, representaban una atracción popular para senderistas y ciclistas. La zona yace en terrenos de la empresa abiertos al público para fines recreativos. Aparte de su edad, tamaño y enmarañada red de brazos, el cactus contaba con cuatro crestas, puntas en forma de peine que son poco frecuentes, según Tamra Baxter, científica medioambiental sénior de Sierrita.
En medio del tronco del cactus había una colmena, que llevaba años allí y nunca había causado problemas, dijo Baxter. Sin embargo, en febrero, el saguaro se desplomó bajo el peso de sus numerosos brazos, que soportaban el tronco debilitado por la actividad de las abejas.
La noticia del derrumbe del cactus se difundió rápidamente a través de las redes sociales, donde se enteraron los representantes de la empresa, y de un artículo en el periódico local, explicó Baxter. La publicidad atrajo a muchos curiosos, muchos de los cuales hicieron caso omiso de las señales de advertencia y las cintas para mantenerlos a una distancia prudencial de la colmena llena de abejas inquietas. El riesgo de que alguien resultara herido obligó a tener que retirar la colmena.
“Conservar a los polinizadores es una parte importante de la biodiversidad, y es algo que queremos fomentar”, dijo Baxter. “Así que, para nosotros, esta fue una oportunidad de ver cómo retirar las abejas y reducir el peligro para la seguridad pública sin dañar a una especie vulnerable ni afectar la biodiversidad de forma negativa”.
Se contrató a una apicultora muy reconocida de la zona, Monica King, para que se encargara de retirar las abejas. King es directora de la asociación de apicultores del sur de Arizona (Southern Arizona Beekeepers Association) y está especializada en el traslado de colmenas. También participa de forma activa en actividades locales de educación y divulgación con el fin de promover poblaciones de abejas sanas.
Cuando retiró las abejas a finales de febrero, King utilizó un dispositivo de vaciado especial, que arrastró con delicadeza a la mayor parte de las abejas dentro de una caja. Una vez hecho esto, se recuperó la colmena y se guardó en cajas para trasladarla a una zona remota cerca de donde vive King. King contó con la ayuda de tres empleados de Sierrita durante las dos horas que duró la maniobra, que comenzó cerca del atardecer: Baxter, Jessica Chen e Yvonne Arias, ambas científicas medioambientales I de Sierrita.
También se contactó a representantes del pueblo Tohono O'odham para recuperar partes del cactus caído, ya que los saguaros son muy importantes a nivel cultural.