Las familias que perdieron sus hogares el año pasado en los devastadores incendios forestales en la región de la Araucanía en Chile se están mudando a nuevas viviendas construidas con la ayuda de una donación de la empresa El Abra de Freeport-McMoRan.
En total, se construyeron 48 viviendas totalmente equipadas gracias a la asociación del Consejo Minero de Chile y el gobierno local, 42 en el pueblo de Purén y seis en Vilcún. Ambas son comunidades compuestas principalmente por familias originarias.
La ceremonia de inauguración de las viviendas recién terminadas se llevó a cabo a principios de este mes.
Se recaudó un total de $2,5 millones para la reconstrucción de las viviendas, la mitad de lo cual provino de donaciones de empresas mineras coordinadas por el Consejo Minero. El resto provino del gobierno regional de la Araucanía.
Las empresas El Abra y Santiago de Freeport contribuyeron $100.000 al proyecto de reconstrucción de las viviendas perdidas en los incendios que atravesaron la región en febrero de 2023. Los incendios destruyeron alrededor de 2.000 viviendas y dejaron un saldo de 25 personas fallecidas. La reconstrucción de las viviendas comenzó hace un año. Se construyeron sin costo para las familias que las recibieron.
“Es muy emocionante y grato presenciar cómo la colaboración entre los sectores público y privado, y la industria minera puede dar lugar a un proyecto tan importante”, anunció Claudia Corvalán, administradora de Asuntos Públicos de Freeport-McMoRan-Chile. “Las familias que perdieron todo en los terribles incendios forestales del año pasado hoy están aquí recibiendo viviendas de excelente calidad que mejorarán su calidad de vida”.
Verónica Negrón, quien recibió una de las viviendas, afirmó que nunca imaginó que le darían una vivienda nueva después de que la suya se incendiara.
“Después de la tragedia, ahora nos sentimos bendecidos”, expresó Negrón. “Mis vecinos y yo vivimos en esta área desde hace más de 30 años. Perdí todo en el incendio, todo lo que tenía tras años de sacrificio. Pero ahora estoy feliz”.
Humberto Colipi, quien también recibió una vivienda nueva, afirmó que, después de 50 años en el área, se vio obligado a pasar el invierno viviendo en una casucha de madera tras la destrucción de su hogar.
“Mi casa nueva es increíble y no puedo describir lo feliz que estoy, lo felices que estamos todos”, afirmó.