(21 de noviembre, 2022), En una reunión pública virtual dedicada exclusivamente a la seguridad de los trabajadores, Josh Olmsted trazó el curso que seguirá la empresa para volver al nivel de producción segura que hizo de Freeport-McMoRan un parangón en materia de seguridad en la industria.
Ese rumbo, señaló, vendrá acompañado de los cambios necesarios para ayudar a garantizar la seguridad de los empleados en el trabajo.
“La vieja definición del término locura es hacer las mismas cosas una y otra vez y esperar resultados diferentes”, dijo Olmsted, Presidente y Director de Operaciones de las Américas. "No podemos seguir haciendo eso. Tenemos que asegurarnos de detenernos y hacer las cosas de manera diferente".
El compromiso de Olmsted resumió la hora de duración de la reunión pública del 10 de noviembre, en la que Olmsted estuvo acompañado por Stacey Koon, Vicepresidenta de Salud y Seguridad Corporativa, y Steve Higgins, Vicepresidente Senior y Director Administrativo. La reunión, que se transmitió en directo a más de 2.300 empleados.
Examen de los datos
A medida que Freeport trata de entender las causas del aumento de los incidentes de seguridad, Koon dijo que la empresa ha evaluado a fondo los datos contenidos en los informes de incidentes y los ha conectado con otros conjuntos de datos de la empresa para ayudar a tomar las medidas más eficaces.
"Lo que estamos empezando a hacer es identificar correlaciones sobre las que podemos actuar realmente con confianza", señaló. Koon añadió que antes el equipo se basaba en corazonadas y tomaba medidas sin mucha confianza. Con mejores datos, eso ya no es así.
Las correlaciones apuntan a los impactos causados por los desafíos en la contratación, la retención y la capacitación de los empleados durante los años de la pandemia, siendo los tres grupos de empleados más vulnerables:
Empleados con tres años o menos de experiencia
Empleados de supervisores con tres años o menos de experiencia en su cargo actual
Empleados que trabajan como aprendices, obreros y operadores de equipos y procesos (Este grupo tiene tres veces más probabilidades de verse involucrado en un incidente de seguridad).
La pandemia y las complicaciones económicas que conlleva alteraron drásticamente la naturaleza de la fuerza laboral, ya que la empresa ha contratado a más de 6.000 empleados desde el 2021. Además, de un total de 950 supervisores en Norteamérica, más de 400, es decir, el 42%, asumieron su cargo actual desde enero 2021.
Estos factores condujeron al peor trimestre en materia de seguridad de las operaciones en Norteamérica en casi una década, dijo Koon.
"Lo que es aún más preocupante es que el aumento de los eventos de alta intensidad y alto impacto es desproporcionado con respecto a la cantidad de incidentes en general", dijo Koon. "No quiero pintar a todo el mundo con una brocha gorda. Justo el mes pasado, la Fábrica de Alambrón de Miami superó los 1.500 días con cero incidentes, y cuando recorres esa empresa, puedes ver el orgullo en las caras de los empleados por su éxito en materia de seguridad".
“Esa cultura de seguridad en la fábrica de alambrón es un ejemplo de la que Freeport es conocida desde hace mucho tiempo y de la que se esforzará por recuperar”, dijo Olmsted.
"No podemos aceptar el nivel de desempeño que tenemos actualmente y, lo que es más importante, no podemos aceptar que sigamos perjudicando a la gente", señaló Olmsted. Continuó explicando que la seguridad laboral es una responsabilidad compartida entre la directiva y los empleados de primera línea a través de la organización.
El camino a seguir se apoyará en gran medida en el desarrollo de habilidades.
"Vamos a trabajar intensamente en la capacitación de nuestra gente, pero no puede ser solo capacitación en el aula", indicó Olmsted. "Tiene que haber un fuerte elemento de tiempo en el campo para esa capacitación y tutoría".
Responsabilidad de todos los empleados
"En el futuro, la empresa también se apoyará en todos los empleados, independientemente de sus funciones en la empresa", dijo Higgins.
"La seguridad es responsabilidad de todos, incluso de aquellos con funciones administrativas y corporativas que no afectan directamente a la seguridad, porque indirectamente sí lo hacemos", dijo. “Indirectamente, parte del trabajo que hacemos puede ser una carga adicional para nuestra gente de mantenimiento y producción, por lo que realmente debemos pensar en todo lo que hacemos y como afecta nuestra capacidad de estar seguros”.
En respuesta a una pregunta sobre si el uso de teléfonos celulares personales en el sitio puede haber contribuido a la creciente tasa de incidentes, Olmsted sostuvo que la naturaleza del compromiso de la empresa para mejorar la seguridad no descarta ningún factor potencial sin examinarlo.
"Yo lo clasificaría como algo que podría ser una distracción adicional, así que una de las cosas de las que hemos estado hablando todo el tiempo es la gestión de esas distracciones", dijo. "Tanto si se trata del teléfono como de algo en lo que estoy pensando, todos somos responsables de cumplir las expectativas que tenemos".